jueves, 4 de diciembre de 2014


La gente que me conoce un  poco sabe que me encanta tener frío y tener a alguien a quien pegarme para que se haga más llevadero, que no me molesta demasiado cuando se  pone a llover de repente y me pilla sin paraguas y en playeros, que me gusta estar en mi casa, o en cualquier casa, siempre que la compañía y la merienda sean los adecuados, en resumen, que el invierno es mi estación favorita. Pero (como todo en esta vida, existe un pero) odio la Navidad, seguramente la mayoría piense que justamente lo mejor del invierno es la Navidad, y bueno, en algo me diferencio de ellos. No me gusta que las familias no se reúnan por los cumpleaños de cualquier miembro de ella, pero si por el de  alguien que no  se sabe si existió, y que aunque así fuese, no conocemos. Viéndolo desde otro punto de vista es una buena excusa para reunir a personas que llevan meses  sin verse, que viajan desde cualquier parte del mundo sólo para pasar las Navidades con sus seres queridos. Creo que  es lo único que me gusta de la Navidad, que para un poco el mundo, las familias dejan (aunque sólo sea por una noche) sus diferencias y los problemas se empequeñecen mirando al tu alrededor y disfrutando de la alegría que dicen que desprende la Navidad. Aún así hay asientos vacíos en las mesas, y a medida que pasen los años habrá más. No me gusta la Navidad, pero me gusta que vuelvas.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Hoy has tenido un buen día, dentro de la mala racha actual y no sabes la alegría que eso me produce. ¿Que me gustaría que las cosas fueran diferentes? Si y no, claro que me gustaría poder calzarme, bajar, andar menos de 5 minutos y llegar a tu casa, pero también me gusta esperar toda la semana para hacerlo, esperar 5,10, los minutos que sean a que llegue el tren e intentar divisarte entre tanta gente que baja, me encanta cuando casi estás llegando y te ríes y me gusta cuando por fin llegas y siempre repites las mismas palabras: "te echaba de menos". Me encantaría que después de un largo día de estudio vinieras a rescatarme de tanta realidad y recargarme las pilas, que pasásemos frío juntos y luego intentásemos calentarnos mutuamente pero también me gusta pasar frío a veces, porque así cuando llega el (la) calor (o sea, tú) lo aprecio más y me resulta más confortable, más real. Me gustaría que vinieses a buscarme algún día al instituto y me encantaría irte a buscar a la facultad de vez en cuando, y eso es una de las pocas cosas que la distancia no nos permite, pero lo compensa con otras cosas, pocas, pero para mi la más importante es poder echarte de menos y saber con certeza que volverás, que aunque tenga un día malo, horrible, terrible y espantoso, estás, aunque no estés. Si pudiera cambiar esta situación no lo haría, aunque te parezca extraño, me gusta echarte de menos y cuando vuelves cogerte con ganas, eso si, creo que 9 meses son más que suficientes y a partir de ahí si que haría lo posible, incluso lo imposible por estar cerca de ti.
¿Por qué esto hoy? bueno, estás estudiando psicología, tienes piso nuevo y en 6 días es tu cumpleaños, no se me ocurren mejores razones.
P.d.: Te echo de menos siempre